Don Gerardo Maruy en nuestro recuerdo (1929 – 2025)

El pasado miércoles 6 de agosto, una triste noticia invadió no solo a la comunidad peruano-japonesa, sino también al deporte peruano. Don Gerardo Maruy Takayama, uno de los máximos referentes de la comunidad nikkei y reconocido por su incansable labor deportiva, cultural e institucional, partió a los 95 años; pero con un legado que ha influido a muchas generaciones, y estamos seguros, perdurará por mucho tiempo.

UN APASIONADO DEL BÉISBOL

El 24 de septiembre de 1929, la provincia de Huaura vio nacer a un verdadero apasionado del deporte, sobre todo del béisbol, disciplina que practicó desde sus primeros años. Su padre, Jinichi Maruy, un inmigrante japonés nacido en Hiroshima, y su hermano mayor Nicolás, fueron sus primeros maestros en el ‘yakyu’ (béisbol en japonés). Gracias al apoyo de los suyos y a su constancia, don Gerardo integró por 20 años la selección nacional, como un eficiente primera base. En paralelo, también destacó como un hábil atleta, participando en nuestro Undokai y siendo protagonista del acto de juramentación en la edición de 1953, la primera celebrada en nuestra institución.

Tras su retiro, se perfiló como dirigente, obteniendo cargos importantes como: presidente de la Liga Provincial de Béisbol de Lima, presidente de la Confederación Sudamericana de Béisbol, vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol (WBF), jefe del Instituto Peruano del Deporte en el periodo 1987-1989, presidente del Consejo Nacional del Deporte y vicepresidente del Comité Olímpico Peruano.

Gracias a su valiosa labor dirigencial en pro del deporte peruano, se hizo acreedor a los Laureles Deportivos en el grado de “Gran Cruz” en el 2005. Como se sabe, los Laureles Deportivos son la máxima distinción que entrega el Estado Peruano a sus deportistas y dirigentes.

El nombre de don Gerardo Maruy se encuentra perennizado en el frontis del Estadio Nacional, junto a otros tres destacados deportistas nikkei: Olga Asato (vóley), Humberto Suguimitsu (billar) y Akio Tamashiro (karate).

Producto de esa excelente gestión como directivo, el emperador Akihito, en el año 1993, lo condecoró con la “Orden del Sol Naciente”.

Como reconocimiento a todos los años al servicio del deporte nacional, en 2019 pudimos verlo portando la antorcha de los Juegos Panamericanos Lima 2019.

EXITOSO EN OTRAS CANCHAS

Fuera del plano deportivo, don Gerardo también destacó con creces. Tanto en su faceta de empresario como reputado dirigente de la colectividad nikkei. Junto a sus hermanos, dirigió las tiendas Maruy, que desde los años ’60 hasta los ’80, fueron líderes en el mercado de uniformes, guayaberas, camisas y todo tipo de prendas de vestir. Con su lema “La tienda que a usted le conviene conocer”, dieron la hora en el mercado nacional.

Dentro de la comunidad asumió cargos importantísimos como: presidente de la Comisión Organizadora del 90º y 100º Aniversario de la Inmigración Japonesa, presidente de la Asociación Peruano Japonesa (APJ), presidente de la Editorial Perú Shimpo, presidente de la Comisión Clínica Centenario. A esto le sumamos el nombramiento como Asociado Honorario, y expresidente del Consejo de Honor de nuestra institución.

TODO UN ‘MIL OFICIOS’

Dueño de una versatilidad envidiable, también se desempeñó con gran calidad, como maestro de ceremonias, en eventos de suma importancia, como el Koohaku Uta Gassen, siendo incluso el capitán histórico del equipo Shirogumi; los certámenes de Miss Nikkei, y desde luego, en nuestro tradicional Matsuri, teniendo su emotiva despedida en la edición de 2023.

Hoy, don Gerardo nos ha dejado físicamente, pero tal como expresamos al principio, su legado y ejemplo permanecerá presente en los actuales y futuros dirigentes de nuestra comunidad. Un “BANZAI!” al cielo, don Gerardo. Arigatou por todo.

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